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21 ene 2012

No dejaremos hipotecar la Universidad de Caldas



No dejaremos hipotecar la Universidad de Caldas


Desde el 2002, año en que fue formulado el proyecto arquitectónico del centro cultural Rogelio Salmona de la Universidad de Caldas, se han venido dando importantes discusiones en torno a su pertinencia y viabilidad financiera. Sin lugar a dudas, el centro cultural Salmona es un importante proyecto de ciudad y región con el que se pretende aumentar el número de usuarios de bibliotecas y la cantidad de volúmenes de libros en la ciudad, suplir la falta de escenarios adecuados para diversas prácticas artísticas y contar con un espacio apto para la formación de músicos profesionales de la región. Precisamente debido a la importancia y magnitud de esta obra, se esperaría que desde el comienzo de su construcción y desarrollo estuviera vinculada no solo la Universidad de Caldas sino actores como la Alcaldía de Manizales y la Gobernación de Caldas, por el evidente compromiso que estas instituciones deben asumir con estas iniciativas académicas y culturales que redundarán en beneficios para todos los manizaleños y los caldenses.


Pese a esto, en medio de un panorama financiero altamente desfavorable para la universidad fruto de la asfixia presupuestal provocada por la ley 30 de 1992 y de un presupuesto para el año 2012 severamente recortado (incluso en áreas tan primordiales como la inversión y el mantenimiento) el rector de la Universidad de Caldas, Ricardo Gómez ha insistido de manera continúa en que la institución debe asumir en solitario la financiación de la primera fase de la obra, en la cual se planea construir una biblioteca con un costo total de 19 mil 117 millones de pesos. Los recursos que le darían vida a la primera fase provendrían del nivel central de la universidad y a través de un crédito de 18 mil millones de pesos con el FINDETER.


En todo este proceso han sido muchas las voces de académicos, docentes y estudiantes que se han levantado en contra del pernicioso mecanismo de financiación que se piensa aplicar, no obstante, la administración de la universidad se sigue empeñando en contraer una enorme deuda, que aunada a los enormes líos presupuestales de la institución, pondrían en riesgo su viabilidad en un futuro muy cercano. Los más de 12 mil millones de pesos que se pagarían en intereses, elevarían la deuda total de la universidad en esta fase del proyecto a 30 mil 240 millones, con el agravante de que las matriculas serían la única garantía real para el apalancamiento del crédito, tal y como lo han reconocido los mismos directivos de la institución.


El mecanismo de financiación pensado para el proyecto Salmona solo acarreará más recortes presupuestales en la institución y seguramente -como ha sido el signo de esta administración- propiciará la profundización de políticas privatizadoras y de financiación propia como el alza de matriculas, la apertura indiscriminada de programas autosostenibles y la venta de servicios, entre otros, que lesionan gravemente el carácter público de nuestra institución. 


A pesar de que el Gobernador de Caldas le manifestó por escrito al Consejo Superior que brindaría apoyo financiero al proyecto con recursos del departamento ó del gobierno nacional, persiste un extraño afán en el rector Gómez para que el préstamo se apruebe como está planteado, sin la colaboración de otros entes que pueden hacer parte del proceso. La construcción de la cancha sintética y la remodelación del velódromo que se realizarán este año, son la prueba fehaciente de que es posible y necesaria una financiación paritaria entre la universidad e instituciones oficiales; en el proyecto concurrirán la Universidad de Caldas y la Alcaldía de Manizales con 600 millones de pesos cada una.


Pensar que en medio del pantano financiero en que se encuentra nuestra universidad, es posible y conveniente realizar obras de esta magnitud sin el apoyo financiero del estado y otras instituciones, resulta altamente irresponsable.


El próximo martes 24 de enero el consejo superior deberá tomar una decisión al respecto. Esta será la oportunidad para que estudiantes y profesores le manifestemos nuestro rechazo al Consejo Superior con respecto a los mecanismos de financiación que se piensan implementar en el proyecto y será el momento para expresarle a esta corporación que no dejaremos hipotecar el futuro de nuestra universidad. Por estas razones se citará a una Asamblea General de Estudiantes el próximo martes 24 de enero a las 8:00 de la mañana en el teatro 8 de junio de la Universidad de Caldas.


Darío Arenas Villegas
Representante Estudiantil al Consejo Superior

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